Mayoría de santiaguinos cree que es necesario proteger a los famosos de la prensa intrusa.

Durante años, la Constitución de 1980 incluyó una disposición que protegía “la vida pública” de las personas. Solo con la reforma de 2005 se puso fin a esa norma, a todas luces excesiva. Hoy día, tanto los instrumentos de auto-regulación ética como la ley (en el caso de delitos, claro), establecen límites para quienes invaden sin escrúpulos la realidad más personal de los famosos y los no tan famosos. Pero hay quienes encuentran que no es suficiente.

Después del episodio de las fotografías de Cecilia Bolocco, un grupo de senadores propuso endurecer la legislación vigente. Periodistas y medios de comunicación reaccionaron negativamente, considerando que una disposición semejante se prestaría para abusos y censuras. Sin embargo, por lo que se comprobó en una encuesta telefónica, realizada por especialistas de la Universidad Diego Portales, los santiaguinos creen necesario y conveniente levantar barreras de este tipo.

La mayoría de los consultados estuvo a favor de la restricción de la libertad de información y –aunque por estrecho margen- opinó que la prensa no debe “fiscalizar la vida privada de políticos y figuras públicas”.

El detalle es el siguiente:

¿Está de acuerdo con restringir la libertad de información para proteger la privacidad de las personas?
 Sí: 61 por ciento
 No: 39 por ciento

¿Cree usted que la prensa debe fiscalizar la vida privada de políticos y figuras públicas?
 No: 52,7 por ciento
 Sí: 47,3 por ciento

Lo que no se preguntó, obviamente, es cuántas de estas personas han encontrado interesante, en su momento, las escenas de la propia Cecilia Bolocco, sus vestidos transparentes o los amores, desamores y traiciones de futbolistas y famosillos de la farándula.

Publicado en el diario Publimetro el 16 de junio de 2007

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