TV: el odio y la fascinación

Hay misterios y misterios. Ninguno, sin embargo, es tan llamativo como la contradicción entre lo que atrae al público en la televisión y lo que –según dice- le gustaría ver. El 58,8 por ciento de los participantes en una encuesta nacional dada a conocer por el Consejo Nacional de Televisión están “poco o nada satisfechos” por lo que les depara la televisión abierta chilena. Pero, entre 2002 y 2005, el tiempo que dedicaron a instalarse delante de la pantalla chica aumentó en siete minutos, a tres horas con cuatro minutos en promedio. Esta relación amor/odio es una constante: las cifras más altas de “rating” de los últimos tiempos las han marcado los “reality shows”. Sin embargo, la opinión del público es crítica, “ya que solo un 22,2 por ciento de los encuestados los evaluó con notas 6 o 7”.

Lo mismo pasa con las noticias: la encuesta del Consejo revela que “cuentan con un alto nivel de consumo diario”, lo que significa que hay mucha gente que ve los noticiarios y que los evalúa positivamente. Pero el 44,5 por ciento de los encuestados se queja de que no “toman en cuenta los intereses de la gente”.

Hay más dardos contra los noticiarios: dan poco de lo que ocurre en regiones, “se aprovechan del dolor humano”, tienen mucha crónica roja, hay noticias que “intencionalmente no se dan a conocer” y “se cargan hacia un solo lado de la política”.

También hay observaciones cuyo sentido es ambiguo. El 42,5 por ciento de los entrevistados afirma que el tiempo dedicado a las “personas de la tercera edad” en la televisión es poco Pero cualquier director de TV puede responder –con las cifras del people meter on line en la mano- que los adultos mayores no siempre son recibidos con beneplácito o siquiera con simpatía por los tele-espectadores. Una larga experiencia acumulada justifica muchas veces su no inclusión, y ello es válido también para quienes siguen en la lista: indígenas, personas con discapacidad y trabajadores y sectores populares, todos los cuales reciben poco tiempo, según la percepción de los encuestados.

Pese a todo, los chilenos no pueden despegarse del televisor. Y siguen tratando de encontrar una respuesta a sus inquietudes en la producción nacional. Con razón Roberto Méndez, director de Adimark, la firma que realizó la encuesta en nueve ciudades (que incluyen La Serena/Coquimbo, Valparaíso/Viña del Mar y Concepción/Talcahuano), planteó:

-La lectura que hacemos como investigadores, que naturalmente no es la del CNTV, es que aquí hay una tremenda luz roja para la televisión porque el estudio dice que es tremendamente importante para los chilenos, ya que le dedican más de tres horas al día en promedio. Sin embargo, nos están diciendo es que casi un 60 por ciento está insatisfecho... Hay aquí un problema muy grande, hay quejas que el estudio deja muy claras en cuanto al contenido, horarios, lenguajes y excesos de erotismo. Hay que tener cuidado. Aquí hay un mensaje: que la TV abierta, el Consejo nacional de Televisión y toda la sociedad tienen que tener un poquito de cuidado.

Pero también hay recados para los otros medios de comunicación. Mayoritariamente la encuesta del CNTV dice que los chilenos encuentran que la televisión es un medio “más entretenido”, “más cercano a la gente”, “más informativo” y “más veraz” que la radio o los diarios. Puede parecer injusto para quienes trabajan en estos medios, pero es bueno saber que así se los percibe.

Publicado en el diario El Sur de Concepción y La Prensa Austral de Punta Arenas en Junio de 2005

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