Los costos de Katrina

Su nacimiento –el 24 de agosto, en las Bahamas- fue de apariencia más bien inocente, igual que su nombre: “Depresión Tropical Doce”. Cuatro días después, cuando tocó tierra en Luisiana, Estados Unidos, era mundialmente conocida como “Katrina” y su paso fue devastador, la mayor catástrofe natural de la historia norteamericana, cuyo costo mínimo según el líder demócrata del Senado, Harry Reid, es de 150 mil millones de dólares..

Katrina, como todo huracán –así se llama en el Atlántico a los fenómenos conocidos como ciclones y tifones en otras partes del mundo- desarrolló una fuerza inimaginable, que algunos estiman en el equivalente a 400 bombas de hidrógeno de 20 megatones, o lo que es lo mismo, a seis meses de producción de electricidad de Estados Unidos. Paradojalmente, este derroche de energía se tradujo en una crisis petrolera, cuyos efectos, aunque probablemente pasajeros, se han sentido en todo el mundo.

En el mundo globalizado, Katrina, el huracán, y Econsult, una empresa de análisis de mercados, están a corta distancia. Tan corta que Econsult desató un huracán en nuestro país al proyectar una inminente alza del precio de los combustibles entre 100 y 150 pesos por litro. La razón, más allá de la sostenida tendencia alcista del precio del petróleo, fue precisamente Katrina.

La paralización de nueve refinerías en la zona del Golfo de México, disparó los cálculos. Las noticias viajan, hoy día, a la velocidad de la luz. Mientras los norteamericanos estaban tratando de comprender lo que había pasado en Luisiana, el estado donde está la devastada Nueva Orleans, en Alabama y en Mississipi, los chilenos empezaban a sacar cuentas de cómo nos arreglaríamos para las excursiones y viajes de Fiestas Patrias. Así es como se materializan los grandes fenómenos (naturales, económicos o sociales), cuando se originan o tienen efectos fuera de nuestras fronteras. En otros tiempos, las crisis viajaban a lomo de mula o a la velocidad del viento que empujaba carabelas. Después, gracias al telégrafo, se produjo un salto. Pero nada se compara al asedio continuado del satélite, que transporta textos, imágenes y sonidos vía Internet. Hoy no solo vemos en pantalla una catástrofe natural como la secuela del paso de Katrina. También podemos anticipar de inmediato, aunque ello haya sucedido a gran distancia, cómo nos va a afectar a todos de manera directa igual que a la familia de Pamela Vásquez que solo después de una semana pudo reencontrarse con ella..

Hasta ahora, Econsult se había anticipado, mediante sus análisis, al rutinario anuncio de Enap respecto del alza –las más de las veces- o una eventual baja en el precio de los combustibles. Pero hace dos semanas el “efecto Katrina” transformó el anuncio en un feroz aullido de alarma. En Atlanta, Estados Unidos, según informó la CNN el jueves pasado, se ha llegado a cobrar seis dólares por galón (3,8 litros) de bencina. En la todas partes, sin llegar a tanto, el precio alcanzó los tres dólares. Es el resultado de alzas que situaron alrededor de 70 dólares por barril el precio en los mercados internacionales y hay quienes creen que podría seguir subiendo. Lo único que hizo Katrina es agravar la tendencia.

Como resultado, en Chile por primera vez el gobierno se comprometió a poner en marcha mecanismos destinados a mantener los precios bajo control. Pero no en todas partes del mundo hay caras largas. En Venezuela, por ejemplo, cada dólar de alza significa un mayor ingreso de casi mil millones al año. El Presidente Hugo Chávez, excelente publicista de sí mismo, ya anunció que haría llegar su ayuda a Estados Unidos.

Publicado en el diario El Sur de Concepción y La Prensa Austral de Punta Arenas en Septiembre de 2005

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