Perros guardianes y de otro tipo

Es probable que a ningún periodista le agrade la comparación. Pero, aparte de ingeniosa, parece útil y esclarecedora: conforme a ella, la tradicional imagen del periodista como un "perro guardián" de los deberes y derechos de la sociedad, debería revisarse si queremos entender el estado actual del periodismo chileno. Según Eduardo Sepúlveda, editor general de la revista "Qué Pasa", hay que distinguir tres tipos: los "perros de presa", los que muerden; los "perros falderos", que regalonean y se dejan regalonear por el poder; y los "perros flojos", a los que también llama "perros de chalet".

La curiosa tipología la dio a conocer Sepúlveda en una reunión académica realizada este jueves en la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales. En ella, el tema era "Periodismo y Democracia" y el papel protagónico correspondía a Miguel Angel Aguilar, periodista español de vasta trayectoria, actualmente columnista de "El País". Junto a ellos, estuvieron el ex presidente del Colegio de Periodistas, Enrique Ramírez; el conductor de Chilevisión y director de "El Metropolitano", Alejandro Guillier y el profesor Emilio Filippi, cuyo curriculum incluye haber sido director de los diarios EL SUR, "Crónica", "La Epoca" y las revistas "Ercilla" y "Hoy".

Aguilar, quien es además secretario general de la Asociación de Periodistas Europeos, abrió el fuego de manera provocativa. Sostuvo que los periodistas no son inocentes. Que a ellos se les debería pasar la cuenta, por ejemplo, de las atrocidades cometidas en las guerras en la ex Yugoslavia y en Ruanda. Es necesario, agregó, que, "a partir de estos hechos", hagamos "una reflexión inteligente". Para dicha reflexión, considerando el tema del encuentro, afirmó que "los medios deben estar comprometidos en la narración de los hechos, pero también en la sostenibilidad del sistema democrático". Por ejemplo, no pueden ser neutrales ante el terrorismo o quienes proponen la destrucción del sistema de convivencia democrática.

Y subrayó: "Sería una ingenuidad absoluta pensar que las libertades se establecen como algo inatacable, que se logra de una vez para siempre".

Fue en su reflexión sobre este punto que Eduardo Sepúlveda, quien afirmó que el buen periodismo sigue siendo el mejor negocio, habló de la metáfora de los perros.

Fue crítico -igual que los otros panelistas- frente al periodista y los medios que, por la vía del halago, se dejan seducir por el poder. "No siempre es cuestión de dinero", advirtió Miguel Angel Aguilar. En su perspectiva, lo que ocurre es que todo el mundo se siente periodista muy rápidamente: las autoridades apenas asumen el poder "ya saben cuál es la mejor manera de dar una noticia, cómo se debe titular, dónde habría que colocarla".

Un poco antes, en un encuentro con profesores de la Facultad de Ciencias de la Comunicación e Información, encabezados por la decana Lucía Castellón, había contado la experiencia del periodismo español durante el régimen de Francisco Franco, incluyendo el período en que no sólo hubo restricciones sino también la obligación de incluir determinados temas en ciertas ocasiones fijadas por la autoridad y adoptar editorialmente los puntos de vista oficiales. Era "la consigna", una manera brutal de lograr unanimidad en la totalidad de los medios informativos.

Todo esto se sumó al diagnóstico conjunto que hicieron los panelistas, hasta concluir en una afirmación unánime: no es fácil hacer periodismo. Pero -también coincidieron todos en ello- es un ejercicio indispensable.

Publicado en el diario El Sur de Concepción el sábado 1° de Junio de 2002