Comercio Electrónico en Problemas.

Columna Tecnológica por José Miguel Santibáñez

Comercio Electrónico en conflicto...

Hace varias semanas que vienen ocurriendo hechos que afectan la credibilidad de los sistemas de comercio electrónico.Y no sólo para los compradores, también para los vendedores.

Revisemos algunos casos:

Hace aproximadamente un mes, Almacenes París decidió liquidar su stock de equipos Palm Treo 650, ofreciéndolos a 2/3 de su precio normal. Cuando me enteré fui a mirar el sitio de ventas on-line y no lo encontré. Sin embargo y como me dijeron que podían llegar nuevos equipos, estuve “haciéndole guardia”, hasta que apareció. Aunque el sitio de venta electónica lo ofrecía, hubo problemas para cerrar la compra (“perfeccionar el contrato”, en palabras de un amigo leguleyo) sin embargo, la compra se hizo sin problemas por teléfono (“tengo el equipo en mis manos...”). Una semana después (y tras múltiples llamadas y esperas infructuosas, y pese a que temporalmente el producto volvió a estar a la venta a ese mismo precio), una ejecutiva de la tienda llama para indicar que en realidad nunca tuvieron stock y que van a reversar la compra. Sería todo, ni siquiera una oferta de paz, ellos se equivocaron, pero “no pierden” (salvo en imagen, ya que estoy decidido a continuar usando este ejemplo, en cada ocasión que lo amerite).

Un poco antes, cierta tienda (no, esta vez no era Almacenes París) tenía en su catálogo un proyector multimedia a un precio muy interesante, pero con un muy claro mensaje de “agotado” (al menos acá si sabían que no tenían). Un conocido hizo la llamada al servicio de venta telefónica, donde al final le habrían comentado que “cuando se indica que el producto está agotado, el sistema hace un descuento automático en el precio publicado”. ¿constituirá una falta a la ley del consumidor? ¿será publicidad engañosa?

La tercera historia ocurrió hace poco, el viernes 15 en la mañana (antes de las 9:00 AM), donde una tienda con sistema de venta en línea, ofrece un notebook al completamente increíble precio de $8.834.- Si, tal como lo lee. Evidentemente, y creo que para cualquiera, eso es un error de quien digitó el precio. Sin embargo, hubo algunos avispados que al verlo, inmediatamente hicieron la compra, y pagaron utilizando el sistema WebPay activado en el sitio. Como dice mi conocido: “se perfeccionó la compra”. De hecho, al poco rato (poco después de las 9:00) el producto aparecía como agotado. Desde ayer sábado, la tienda en línea publica un aviso de “Fe de Erratas” indicando que fue un error y que el valor correcto es: $883.408 (casi como para pensar que se corrió el punto decimal).

Las tres historias tienen como común denominador, el efecto negativo en la credibilidad del sistema. No sé cuantos notebooks se vendieron a ese precio increíble y sinceramente lamento que la tienda se vea metida en ese problema, en general tienen buenos precios y sería una lástima que los demás productos se encarecieran sólo para cubrir las pérdidas de ese error. Como dijo un dueño de tienda “Alguna ventaja tenía que tener el no haber implementado un sistema de pagos en línea”, aunque yo habría esperado escuchar un “yo no habría cometido nunca un error así”.

Los otros casos, en cambio, apuntan directamente a la pérdida de credibilidad del cliente...

Hay un viejo chiste de uno feria libre, donde una clienta le reclama el precio de las naranjas a uno de los vendedores, diciéndole: “¿cómo las puede tener tan caras?, mire si su vecino las vende a la mitad de ese precio”. Cuando el feriante le dice que entonces le compre al vecino, ella le responde que ya no le quedan. “ahhh -dice el feriante-cuando a mi se me acaben, también las dejaré a mitad de precio”.

Siempre es un problema cuando los chistes (buenos o malos), se transforman en malas realidades.

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