SQA ¿adonde estamos?.

Columna Tecnológica por José Miguel Santibáñez

Hace casi 10 años, hice mi primer curso post-titulación. El tema de calidad total estaba plenamente en boga y el curso era interesante: SQA, Aseguramiento de la Calidad del Software.

Aún recuerdo la primera clase. El profesor se presenta e inmediatamente “ataca” con la siguiente historia: “Supongan que hoy, les llega a su empresa, una carta certificada de Lan Chile (u otra aerolínea) ofreciéndoles un viaje con todos los gastos pagados a Isla de Pascua, ¿cuántos desearían aceptar la invitación?”. En el momento pensé que había gato encerrado (vamos, nadie hace una propuesta así, sin tener un as bajo la manga) pero como todos mis compañeros, levanté la mano... Pero la historia no había terminado: “Bien, ahora que han aceptado la invitación, han pasado los días y están a bordo del avión... se escucha por los parlantes: ‘Bienvenidos al vuelo inaugural de nuestra nueva ruta sin escalas Santiago – Isla de Pascua, que inicia una nueva era en los viajes aéreos. Nuestro orgullo es doble, pues no sólo se trata del primer viaje en esta ruta, sino que además es el primer vuelo controlado exclusivamente por computador. De hecho, este avión no cuenta con piloto y esta es una grabación... que disfruten su vuelo.’”. Nuestras caras ya no eran las mismas, cuando el profesor nos preguntó quienes querrían bajarse inmediatamente del avión, todas las manos se volvieron a levantar... Lo más impresionante, es que todos los presentes éramos profesionales del mundo de la informática... Así que más que evaluar un hipotético desarrollo de un tercero para esa aerolínea, estábamos reaccionando a nuestra propia historia de desarrollos de software.

Desde entonces, he usado esta historia regularmente. Cada vez que he hecho clases de desarrollo de sistemas (particularmente de metodologías de desarrollo) le hago la misma pregunta a mis alumnos, y cada vez obtengo exactamente los mismos resultados: Nadie confía. Y claro, todos conocemos mil y una historias donde el software, en situaciones menos estresantes que el proteger la vida de cientos de humanos, ha manifestado fallas.

Para muestras, algunos botones:

  • A poco de inaugurado el transantiago, fue necesario modificar el software de los validadores BIP, pues no reconocían adecuadamente el concepto de “viaje de ida/viaje de vuelta”. Hasta el día de hoy, cualquier ciudadano puede hacer un recorrido completo (ida y vuelta) bajo las únicas restricciones de no tomar más de una vez el metro y no demorar más de 2 horas entre la primera y la última subida a un vehículo (la cantidad de viajes, simplemente no cuenta).
  • Cierta conocida casa comercial, que se precia de tener un alto grado de compromiso con el cliente, tiene en su página web, una cantidad no determinada de productos “ofrecidos, pero no disponibles”. Así, hace unos días, intenté comprar una palm treo que esta tienda ofrecía a un precio realmente atractivo y pese a que se nos confirmó la orden de compra, que se habrían emitido los comprobantes de pago para la tarjeta de crédito y que telefónicamente, durante un lapso de una semana nos aseguraron que la venta estaba ingresada en el sistema y que éste informaba que el producto estaba despachado, al final, llaman para informar que nunca tuvieron stock y que van a ver como reversan toda la compra. (notas de crédito y otros similares).
  • Microsoft ha debido reconocer que las ventas de Windows Vista están por debajo de lo esperado y que muchos usuarios están prefiriendo instalar Windows XP, mientras se espera que la nueva versión se estabilice. En todo caso, nadie en el mundo de la informática espera que eso ocurra durante el presente año... Y pocos creen que los equipos vendidos hasta el año pasado, den “el ancho” para poder hacer una buena instalación de Vista.

Hay que reconocer que en estos 10 años, diversas industrias han avanzado notoriamente en los temas de calidad; notable son los avances en las industrias exportadoras, las que para poder competir en mercados mundiales, han madurado a alta velocidad. Pero en la industria del software, el tema parece estancado... Y no sólo en Chile, como demuestra la historia de Microsoft...

Para mi este tema, tuvo especial relevancia en estos últimos días. Una empresa le solicitó a mi universidad un curso de SQA, y me vi involucrado en la creación del programa respectivo y eso nos permitió un interesante intercambio de ideas, dentro de lo que aprendí, está el tema de las métricas de garantías de calidad, quizá el área más escondida de todas, la necesidad de poder establecer de manera demostrable, el nivel de calidad del producto de software... Y el aprender a reconocer que ningún software está garantizado al 100% como los vendedores pretenten hacer creer; pero que tampoco es aceptable el entregar el software “como está” ("as is" en la versión en inglés) como pretenden las limitaciones de responsabilidad que incluyen muchos productos...

Este no es un tema que pueda comentarse en una única columna, seguiré desarrollando este tema en próximas entregas.

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