Revitalizar el espíritu de una universidad abierta y dialogante.

Con motivo de las elecciones en el Consejo Académico de la Universidad Diego Portales, se pidió a los profesores que habían presentado candidaturas que respondieran tres preguntas. Las siguientes son las respuestas de Abraham Santibáñez.

1.- ¿Cuál es su motivación principal para postular al Consejo Académico de la Universidad?

Por distintas razones, en los últimos meses me encontré en una situación de exposición ante el periodismo y los medios en relación con lo que estaba ocurriendo en la Universidad Diego Portales. Me he dado cuenta que hay gente que me conoce y confía en mi criterio profesional y académico, incluyendo algunos que han creído que debo participar en estas elecciones..

Creo que la Universidad, al superar con éxito una crisis muy seria, dio muestras de solidez institucional al tiempo que necesita seguir avanzando en transparencia y participación. Estamos en un momento de mucha exigencia para el sistema universitario chileno, en el cual podemos demostrar que la Universidad Diego Portales mantiene intacta su principal fortaleza: una rica, variada e intensa vida académica. Es importante una buena administración y es importante el ordenamiento financiero, pero sobre todo necesitamos que se reconozca que la "materia prima" de una casa de estudios como la que tenemos y queremos son los seres humanos –la comunidad universitaria- que la integran, incluyendo un cuerpo académico del más alto nivel.

2.- Al ser miembro del Consejo ¿qué medidas espera que se tomen en pos de la excelencia académica y del desarrollo de la Universidad?

Creo que nadie puede, por si mismo, lograr demasiado. Pero estoy convencido de que estamos en una etapa en que necesitamos reforzar no sólo la información para facilitar la transparencia y la participación, sino sobre todo, para generar mayor confianza entre todos los académicos, potenciar la investigación, lograr más avance en los trabajos interdisciplinarios y promover una mayor participación de los estudiantes y una proyección mejor hacia afuera, en un mundo globalizado. Se trata, en suma, de aportar al quehacer universitario de siempre en las condiciones que nos impone este nuevo milenio.

3.-¿ Por qué cree Ud. que debiera ser elegido miembro del Consejo?

No es fácil dar una respuesta que no incurra en falsa modestia. Creo que es necesario que los académicos de la Universidad que no me conocen, sepan que he participado, a lo largo de años en nuestra Facultad no solo impartiendo cursos, sino participando en la reflexión conjunta acerca del periodismo y la información en un período de cambios revolucionarios en la materia. Nuestra Facultad, en especial pero no exclusivamente la Escuela de Periodismo, fue pionera en la investigación acerca de la aplicación de las nuevas tecnologías de la información, gracias a los excelentes contactos internos y externos que desarrollamos. Del mismo modo, realizamos importantes investigaciones interdisplinarias con otras facultades (Ciencias Humanas, por ejemplo). Con Ingeniería me correspondió ser investigador principal en un proyecto muy querido, el del diario electrónico. Esta colaboración tenemos que recuperarla y potenciarla y para ello debemos revitalizar el espíritu de una universidad abierta, dialogante, en que todos nos conozcamos y confiemos en nuestras posibilidades.

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