Bochorno en el New York Times.
La necesidad crea el órgano. Y también la vergüenza. Y la humillación. The New York Times, el buque insignia de la flota mundial de diarios de calidad, enfrentó la peor crisis de su historia al descubrir que un reportero de 27 años llevaba largo tiempo inventando entrevistas y reportajes. En respuesta, acaba de crear una comisión de alto nivel para investigar qué fue lo que llevó "a un fracaso de nuestro periodismo". Se trata de un grupo de 20 personas, encabezado por Allan M. Siegal, del propio diario. También lo integran dos ejecutivos invitados: Louis D. Boccardi, de la Associated Press, y Joann Byrd, del Post-Intelligencer de Seattle. La comisión presentará sus recomendaciones al propietario del diario, Arthur Sulzberger, al director ejecutivo Howell Raines y al director gerente Gerald Boyd. Es una tarea nada fácil, en medio de un ambiente enrarecido por la depresión y la desconfianza. Con solo 27 años de edad, Jayson Blair era más que una promesa en el periodismo. Después de cuatro años en The New York Times, al cual llegó como practicante, había logrado varias veces estar en primera página con sus reportajes novedosos, bien escritos y a veces conmovedores. El problema es que, en muchas oportunidades, Blair no había entrevistado a los personajes que aparecían en sus crónicas, no visitaba los lugares que describía con lujo de detalles y simplemente plagió o inventó muchas informaciones. A comienzos de mayo estalló el bochorno. Sintiendo como si tuviera "enorme un ojo en tinta", según la gráfica expresión del presidente Sulzberger, el diario contó lo ocurrido con lujo de detalles. Junto con dar sus disculpas a los lectores, sostuvo editorialmente que la forma correcta de enfrentar una situación como esta es mediante un esfuerzo de buen periodismo, periodismo cuidadoso. Para el diario la situación es especialmente grave. Es la primera vez en sus 152 años de vida que pasa algo así. Y es de creerles: mal que mal , es el diario que ha ganado más premios Pulitzer en la historia e invariablemente figura a la cabeza de la lista de los mejores diarios del mundo junto a Le Monde, el Zürcher Zeitung, El País y media docena de diarios de calidad de Europa y Japón.
Lo ocurrido ahora debe ser analizado en tres niveles: qué ocurrió,
cómo ocurrió y qué hizo el diario para enfrentar el
problema:
Fue apenas el comienzo de una larga hebra. La historia culminó por ahora- con la renuncia de Blair el primero de mayo; la denuncia, en cuatro páginas del diario, el domingo 4 de mayo; algunas sesiones de dura autocrítica y, por último, la constitución de la comisión que se acaba de anunciar. Es toda una lección de periodismo, pero obviamente- mejor hubiera sido evitar oportunamente las tropelías del reportero Blair. Y no tener que dar explicaciones por el ojo en tinta.
Una versión anterior de este comentario fue publicado en los diarios
El Sur de Concepción
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