La Concertación entre Soledad y MichelleSantiago, 16 de Enero de 2005 La decisión de la Democracia Cristiana de ungir a la ex ministra Soledad Alvear como su aspirante a la candidatura presidencial de la Concertación debería condicionar y, sobre todo, ordenar el debate público por los meses que vienen. Aunque ella aparece en posición desmedrada frente a la carismática abanderada PS-PPD, el tema está lejos de haberse sellado: la verdadera campaña se inicia recién ahora con la crucial etapa de la confrontación de proyectos y equipos. En esta coyuntura es evidente que la Derecha jugará la carta de Michelle Bachelet, no porque le tenga más simpatía, sino porque hay quienes creen que ella podría radicalizar posiciones y dividir la votación del centro. Pero también es cierto que se podría producir la situación inversa: que los simpatizantes de la izquierda extraparlamentaria, ya descontentos con los sucesivos gobiernos de la Concertación, prefirieran profundizar un proyecto propio, negándole todo apoyo a Soledad Alvear. El notable respaldo que tiene en la actualidad el gobierno del Presidente Lagos es, por supuesto, el mayor capital del oficialismo. Pero representa igualmente un peligro: el del exceso de confianza que tienta a priorizar las diferencias internas y como ciertamente ha sido el propósito del senador Adolfo Zaldívar- a privilegiar la disputa por los cupos parlamentarios antes que estrechar las filas concertacionistas. Hacer política no es como sostiene sus detractores, un ejercicio cómodo y rentable. Exige, en primer lugar, vocación de servicio. Pero también requiere de perseverancia, sabiduría y una gran dosis de humildad. En los meses que vienen los chilenos estaremos frente a un escenario sin precedentes: el de dos valiosas mujeres que se esfuerzan por ganar la representación de la Concertación y lograr el apoyo de la ciudadanía para darle un cuarto gobierno bajo el mismo signo pero con renovados énfasis. Debería ser un hermoso despliegue de cultura cívica. Abraham Santibáñez
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