Temores y esperanzas en FranciaSantiago, domingo 6 de Mayo de 2007
Nicolas Sarkozy tiene cinco años complejos por delante. Pero, tras su triunfo en la segunda vuelta presidencial en Francia, el domingo, ganó el derecho a gozar de unas breves vacaciones. No ocurrirá lo mismo con su rival, la socialista Segolene Royal. Para ella, pese que su vida no ha sido fácil, empieza ahora la etapa más difícil. Al conocerse los resultados, (53 contra 47 por ciento), que estuvieron muy cerca de los pronósticos, Segolene Royal recibió un encomiástico saludo de su partido. Pero trascendió también que, entre bambalinas, los elefantes (los viejos caciques diríamos en Chile) no escatimaron críticas. Es el futuro lo que está en juego: si existe o no una izquierda renovada, capaz de hacer oposición con éxito al nuevo Presidente, quien al final recogió votos de un amplio espectro, incluyendo a Chirac y el gaullismo No es que la tarea de Sarkozy sea fácil. La campaña dejó en evidencia algunos problemas muy profundos en Francia. El más grave es, sin duda, el temor de que el futuro sea cada vez peor ante la presencia de una minoría de origen árabe que se siente discriminada y que quiere hacer valer sus derechos. Sarkozy, bautizado como el primer policía de Francia cuando respondió con mano dura a las manifestaciones juveniles, es una esperanza para sus partidarios... y una amenaza para quienes lo rechazan. Deberá resolver un problema complejo: entregar las respuestas que quieren unos, sin darles la razón a los que temen nuevas confrontaciones y más oleadas de violencia.
Abraham Santibáñez
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