En “la ruta de la muerte”

Santiago, domingo 6 de Abril de 2008

Poco se ha dicho sobre las grabaciones realizadas por TVN durante la noche trágica del Día del Combatiente que mostraron los últimos minutos de vida de René Palma Mancilla, baleado a mansalva en la Villa Francia.

La prudencia obliga en un caso así a buscar el equilibrio entre el valor de la noticia y el respeto ante la dignidad de una vida que termina. La agonía es, en nuestra cultura, un tema privado. Pero también hay un valor que para los periodistas siempre resulta fundamental: la posibilidad de mostrar las debilidades de nuestra sociedad, en especial del aparato público de protección de las personas y de quienes tienen la obligación de brindar una eficiente atención médica de urgencia.

El doloroso deambular de Palma Mancilla –“la ruta de la muerte”, la llamó Las Últimas Noticias- duró casi tres horas hasta que llegó a la Posta Central. Gracias a una serie de testimonios, incluyendo el encomiable gesto del alcalde de Cerrillos, el caso tuvo trascendencia pública. Pero, probablemente, habría quedado como un dato más para el registro de no haber sido por el camarógrafo que grabó las impactantes escenas en que aparece el herido cuando llega a un consultorio, entra caminando, empieza a ser atendido y finalmente es llevado a la Posta Central. Allí murió poco después.

Esta denuncia, como lo comprobamos con lamentable frecuencia, pudo haber sido un simple despliegue de morboso sensacionalismo. Hay oportunidades, sin embargo, en que estremecedoras imágenes estremecedoras se convierten en el mejor servicio que el periodismo puede prestar.

Esta fue una de esas oportunidades.

Abraham Santibáñez