Santiaguinos y el terrorismo: mayoría cree que la capital chilena está a salvo.
Igual que sus habitantes, Londres suele ser catalogada como flemática. Parodiando el tango, podría decirse que es una ciudad flemática y febril. Con esa mezcla de prisa e impasibilidad, esta semana se había anunciado que la vida volvía a lo normal. Millones de británicos estaban dispuestos a colaborar, comprometidos a mantener de pie la fama de no dejarse aplastar por nadie, como ha ocurrido a lo largo de siglos, en que han sufrido pestes, guerras y en el siglo XX- bombas voladoras. Pero no todo resultó conforme el libreto: el lento proceso de recuperación e identificación de cadáveres imposibilitó que la capital británica recuperase el ritmo e hiciese como si nada hubiera pasado tras los ataques terroristas del jueves 7 de julio. Una semana después, Scotland Yard confirmó que se trataba de terroristas de origen pakistaní y, agregó un dato estremecedor: la aparición, por primera vez en Europa, de extremistas suicidas. La noticia no solo preocupó a Londres. El mundo entero, que descubrió su vulnerabilidad en la mañana del 11 de septiembre de 2001, ya sabía que la pesadilla de las torres gemelas de Nueva York, o de la estación de Atocha, en Madrid, o del bus rojo de dos pisos abierto por la mitad en Tavistok Square, podía repetirse. Pero ahora tiene más razones para temer porque el enemigo puede ya estar dentro de sus fronteras. En los últimos días se incrementaron las medidas de seguridad en todas partes: en el transporte terrestre de Estados Unidos, en el Palacio de Amalienborg en Dinamarca y en Italia, que podrían ser los próximos blancos. En Chile se insinuó un debate que no pasó a mayores. ¿Razón? Como lo corroboró una encuesta a santiaguinos realizada por la Universidad Diego Portales por cuenta de Publimetro, la gran mayoría no cree que Santiago pueda sufrir un atentado como el de Londres. Esta tranquilidad, sin embargo, no impide que los capitalinos estén al tanto de lo que se vive en otras latitudes y emitan juicios categóricos: Italia, creen, será el próximo blanco; no aprueban el combate al terrorismo tal como lo ha liderados Estados Unidos y están convencidos de que Osama bin Laden, el cabecilla de Al Qaeda, no será capturado. El detalle es el siguiente. Santiago fuera de peligro. A la pregunta de si ¿cree que Santiago podría sufrir un atentado como el de Londres?, la respuesta mayoritaria (69,7 por ciento) fue: No. El resto (30,3 por ciento) se inclinó por el Sí.
El que sigue. De los blancos posibles para un nuevo ataque terrorista, los santiaguinos se quedaron, en primer lugar, con Italia (49 por ciento), luego Estados Unidos (28 por ciento)y finalmente con Dinamarca (3,7 por ciento). El resto de los encuestados (19,3 por ciento) nombró otro país o se inclinó por la posibilidad de que ninguno fuera el blanco del próximo ataque.
EE.UU reprueba. Se pidió una opinión acerca del combate al terrorismo tal como lo ha liderado Estados Unidos. La mayoría (56,4 por ciento) lo consideró reprobable; el 32,3 por ciento no lo aprueba pero lo acepta como un mal necesario y el resto (una minoría de 11,3 por ciento) lo encuentra justificado y efectivo.
Osama, libre. La última pregunta se refería al líder de al Qaeda, Osama bin Laden, quien se consagró el 11 de septiembre de 2001 como el cerebro y financista del terrorismo mundial. Después de cuatro años de infructuosa búsqueda, seis de cada cuatro santiaguinos (59,7 por ciento) están convencidos de que no será capturado. El resto (40,3 por ciento) cree que sí. Pero se trata de una minoría.
Pese al antiguo dicho de que los chilenos somos los ingleses de América del Sur, los santiaguinos nunca hemos tenido fama de flemáticos. Pero parece que estamos aprendiendo. O nos hemos contagiado con la indiferencia, lo que sería lamentable.
Notas:
Publicado en el diario Publimetro (se puede leer en linea desde metropoint.com) el 15 de Julio de 2005 |