“Celebrity Nudes” en Power Point
Columnista invitado: Juan Gargurevich. - “Profesor, creo que tendría que moderarse en esto de las páginas porno...”. El técnico de la Telefónica me miraba con severidad por encima de sus gruesos lentes, luego de observar la batalla viral que surgía de la pantalla de mi monitorazo de 19 pulgadas. Pensé en darle en una explicación pero era tan larga que arrugué, caballero nomás, y le dije: - “Cierto, ya no entraré en esas páginas..”. ¿Qué pasó? ¿A estas alturas me he convertido en un viejo lujurioso, voyeurista, y etc. y etc.?? No tanto. Les cuento. Decidí componer una presentación en Power Point para mis alumnitos de Historia del Periodismo sobre los famosos Paparazzi y sus “ampays” más celebrados, como el de Jacqueline viuda de Kennedy en la isla Scorpio sorprendida como vino al mundo y mostrada cuán flaca en “Hustler” de Larry Flint; o de la pérfida que armó una escena con el marido de Stefanía de Mónaco; o Penélope Cruz desnudita en un yate, Cecilia Bolocco con su amante, etc. La colección de damas sorprendidas por los feroces paparazzi es enorme. Y también, por supuesto, sobre la mujer más asediada de la historia del periodismo, la bella Lady D (de cuya muerte tienen gran responsabilidad los paparazzi que la perseguían aquella anoche en París, hace diez años). Para buscar esas bellas no tuve mejor idea que escribir “celebrity nudes” en Google y allí surgieron páginas con todos aquellos nombres. Pero eran realmente puertas de ingreso a la infinita Zona Oscura de Internet, al escenario de los millares de sitios porno cuyas ofertas “free” ingresaron a mi monitor con una velocidad espeluznante. Casi antes de que pudiera reaccionar había una docena de páginas atropellándose para ofrecerme fotos de todas y todos. Y luego saltaron los avisos de ¡Cuidado! y otros que me enviaba mi Antivirus, Windows, todos... En algún momento hice click en “Aceptar” en alguna parte y el ataque porno recrudeció, trayendo sus Spyware, Worms, Trojans, convirtiendo mi PC en poco menos que “Memorias de una Pulga” pero con ilustraciones. Llamé entonces al “Dr. Speedy” de la Telefónica (15 soles mensuales) y el joven del otro lado de la línea no pudo hacer nada para ayudarme pero me envió al día siguiente “Apoyo Técnico”, es decir un experto en salvataje informático. Calmo, comprensivo, el enviado instaló sus programas y comenzamos a contar nada menos que 277 infecciones de todo tipo, entre Críticas y Débiles. Fueron necesarias dos horas para librarme de ese terrible ataque masivo de sitios porno con sus respectivos virus y felizmente no perdí ningún documento ni hubo necesidad de “reformatear” mi disco duro. Así pues , las “celebrity nudes” me dieron duro como si yo hubiera sido el mercenario paparazzi que las sorprendió calatitas o piluchitas, según. Pero hice mi Power Point, eso sí.
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