Los nuevos servicios básicos.

Columna Tecnológica por José Miguel Santibáñez

Mi sobrino (5 años) alucina con las historias de piratas, y se ha vuelto un verdadero fanático del mar, y estudioso de los barcos... Sin embargo, no logra imaginar la realidad de la vida de esos hombres, que dormían en cubierta y que pasaban meses en el mar, sin ningún tipo de comunicación con sus seres queridos... Para no hablar de los más elementales aspectos de aseo personal o tan sólo agua "potable"...

A veces, lo vertiginoso de los avances, nos hace olvidar como estábamos hace poco tiempo... ¿Cuántas personas entienden, de buenas a primeras, la reflexión de Evo Morales⁽¹⁾: "Antes dormía en el hotel mil estrellas, cuando caminaba con mis llamas, y ahora en hoteles cinco estrellas"? Mi sobrino "pirata" y su hermana -nueve años mayor- acostumbran a jugar a "llamar a la abuela" desde los teléfonos públicos; aunque no pueden creer que su abuela debió firmar un documento comprometiéndose a dar un "servicio a la comunidad" con su teléfono y que hace 40 años, tener teléfono era un privilegio, no un derecho... Y, francamente, no creen que existan adultos que nunca en su vida han llamado por teléfono⁽²⁾.

Pero lo cierto, es que la vida avanza y trae nuevos desafios. A la lista de servicios básicos, parece que está a punto de agregarse la telefonía celular. Al menos, esa parece ser una buena interpretación de la preocupación de nuestros parlamentarios, por los costos que tienen los planes de celulares, tanto de prepago como de postpago. Recordando a "Faundez", el simpático maestro de los comerciales de telefónica (antes de movistar, me parece) es un hecho que la telefonía celular se ha difundido a todos los estratos sociales y lugares del país. Aún hay problemas de señal (sobre todo donde hay mucho cerro) pero creo que debe ser posible encontrar "tarjetas de prepago" en casi cualquier rincón del país. No hay que olvidar que el Estado de Chile ha apoyado mucho esta difusión, particularmente en materia de impuestos a las empresas de celulares.

El otro servicio, que se desea establecer como "básico", es precisamente, el de Internet. Más específicamente, el de banda ancha... Con el lema "Banda Ancha para Todos, Manda Ancha para Nadie", desde el portal "Atina Chile"⁽³⁾ se ha iniciado la campaña que entre otras cosas, indica:

Porque el momento es ahora.
Porque la Banda Ancha no es un problema técnico, sino social.
Porque es sinónimo de oportunidades y desarrollo.
Chile puede más y dar un salto. Puede ser un jugador en las grandes ligas de la era global.
Chile tiene el talento para crear valor a sus materias primas, pero también para ser un polo mundial de tecnología, servicios y creación de industria cultural.

Curiosamente, hay quienes están en contra de la idea, precisamente en Internet, han aparecido voces (o más bien manos que escriben) que presagian que si se trata a Internet como servicio básico, habrá muchos que la usen para obtener pornografía o pirateen más música y/o películas. Puedo imaginar argumentos similares contra la disponibilidad de electricidad, la televisión o incluso contra la telefonía. Lo cierto es que Internet puede contribuir a la sociedad, más que traerle problemas. Y en lo sustancial, adhiero al manifiesto por la banda ancha.

Pese a lo anterior, hay que recordar que las "antiguas batallas", aún no terminan de librarse. Esta noche, al momento en que escribo esta columna, hay gente que, sea por razones económicas o tecnológicas, no dispone de electricidad. En muchas partes del mundo, hay gente haciendo fila para obtener un poco de agua potable. Y son muchos los que dormirán en el "hotel de las mil estrellas".

Comparto el pensamiento de que Internet es un motor de cambio social y que puede ayudar a nuestro pais a mejorar en todos los aspectos. Espero que sirva para que cuando mi sobrino tenga hijos, sus historias acerca de "ir a un cibercafé" parezcan una aventura romántica. Y junto con ella, estas otras batallas, también sean cosa del pasado.