Bibliotecas DigitalesColumna Tecnológica por José Miguel Santibáñez Hoy he recibido una triste noticia, cierra el "FTP de Michel" una iniciativa española de publicación de libros para su descarga y lectura desde cualquier parte del mundo hispanoparlante. De allí obtuve la edición del Quijote que pude leer en mi palm mientras viajaba por Santiago. Allí encontré una serie de autores y relatos que llevan años fuera de circulación en Santiago... Soy un lector compulsivo, por familia y educación, he tenido siempre libros a la mano, y nunca (bueno, salvo en el colegio) se me ha obligado a leer... Se me regalaron libros cuando niño y aprendí a apreciarlos, como dice Serrat con personajes que en las tardes se escapaban desde las páginas de los libros para invitarme a acompañarles en sus aventuras... Pero ser lector compulsivo tiene sus dificultades, por ejemplo, el poco tiempo que se dispone para leer... Hace mucho que no puedo dedicar una tarde completa a la lectura... Otra, y más compleja, es la dificultad de encontrar los textos que uno realmente desea leer. En mi caso, como fanático de la ciencia-ficción, me ha sido difícil el completar colecciones (Asimov, Herbert, Bayley), encontrar buenas traducciones (esa maldita manía de resumir para hacerlo -teoricamente- más digerible) o encontrar algo diferente de lo "típico"... Algunos, probablemente, agregarían el costo de este vicio, es cierto que muchas veces me ha limitado, pero uno tiene que aceptar los costos de sus vicios o dejarlos... Si muchos se pueden gastar varias lucas a la semana en cigarros, yo asumí que podré gastármelas en un libro... Debo reconocer que la combinación Palm-PDF hizo un cambio significativo en el primer problema. Puedo guardar varios libros en mi Palm, y leerlos cuando tenga tiempo, por ejemplo viajando o esperando para alguna reunión... Y no se requiere nada más que andar con esa pequeña Palm (así fue como leí el Quijote, pese a tener más de una buena versión impresa en casa) Claro, no es solución para todos, pero ayuda... Pero el segundo problema es más grave. Aún con una buena cantidad de amigos libreros que tienen la mejor disposición para buscar y rebuscar entre las editoriales los libros que me interesan, se ven limitados por aquello que está realmente disponible... Es acá donde las bibliotecas digitales producen un cambio relevante, es poder asomarse al primer mundo, allí donde aún se editan (supongo) todos los clásicos y donde el lanzamiento de un libro es cosa de todos los días... Haber encontrado algunas de esas bibliotecas digitales, en particular el "FTP de Michel", fue realmente un agrado. Pero se cierra, el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro), considera que se están vulnerando derechos de autor. Quiero rescatar lo que dice el encargado del sitio en su despedida: Nuestra idea, seguramente ingenua, ha sido siempre que las bibliotecas digitales fueran como las bibliotecas públicas, como si fuera la biblioteca del barrio pero sin fronteras, sin que el libro no esté disponible porque está prestado, sin que el libro dé asco leerlo de lo releído que está, sin que haya que desplazarse hasta el local, que se pueda acceder los domingos y por la noche, que si vivo en la Patagonia tenga las mismas posibilidades de leer que si vivo enfrente de la biblioteca de mi ciudad, etc. Pero eso, hoy por hoy, la ley no lo reconoce, sólo hace salvedad de las Bibliotecas Públicas y menos mal porque si no intentarían cerrarlas también. No pretendo argumentar en contra de los derechos de autor, los entiendo y acepto, pero tal y como lo hemos conversado con varios amigos libreros, es un hecho que acá en Chile las editoriales traen poco material y se van "a la segura", o se demoran tanto, que pierden buenas oportunidades de negocio (por ejemplo, haber tenido la versión en español del sexto libro de Harry Potter, ahora que se estrena la cuarta película y se viene la navidad). Pero más trágico que eso, es que simplemente descatalogan los libros, por no haber "suficiente mercado". Hay muchos libros que simplemente ya no están disponibles, que se han perdido pues no son suficientemente atractivos para las editoriales (aunque los lectores estamos a la espera) Aún cuando se hacen intentos interesantes, como la biblioteca de Santiago, es importante tener presente que eso no llega a toda la población. Y por simple distribución geográfica, siempre habrá quienes estén fuera del circuito de las bibliotecas. Así que quiero abogar por las bibliotecas digitales. Me parece muy bien todo lo que se ha hecho en términos de "oficina pública virtual" y por "alfabetización digital", ahora nos corresponde la siguiente etapa, la de aportar contenidos a esta red. Cabe señalar que las iniciativas "fáciles de encontrar" en Chile, parecen ser poco, muy poco. Si le interesan, algunas bibliotecas digitales son:
Si tiene otros enlaces que cree que debo agregar, envíeme un email. lo revisaré y agregaré según corresponda. |