Hasta que al fin transantiago...Columna Tecnológica por José Miguel Santibáñez El viernes 9 de febrero, a eso de las 23:00 hrs. tomé mi última micro pre-transantiago. Fue una espera larga (por la hora, no necesariamente porque hubiesen empezado las "olitas") y parte de ella transcurrió conversando con un (ahora ex) vendedor de helados en la locomoción colectiva. Con el vendedor comentabamos el "fin" de su actividad, y a diferencia de otros que vaticinaban hasta la aparición de Godzilla, él lo tomaba de manera sana, viendo que nuevas oportunidades se le habrían (por ejemplo, el instalarse en un paradero, de manera más estable y con mayor oferta de productos). Cuando le comenté mi impresión de que el negocio de la venta ambulante en micros se iba a ver afectado por la ausencia del vuelto de monedas de los pasajeros, me comentó que pensaba parecido, pero que creía que las monedas no iban a desaparecer, o al menos no tan drásticamente... Fue bueno encontrar a un chileno capaz de hacer un análisis sin telenovela, para él no era una situación de cesantía inmediata (como si lo había anunciado un agorero "payaso ambulante", que reclamaba que 500.000 santiaguinos "con ficha" iban a quedar cesantes el sábado) simplemente un cambio en su actividad y una oportunidad que no era ni buena ni mala en sí misma, había que "construirla". Iniciado el transantiago, veo que los agoreros son legión. Los grupos de noticias (usenet news) están plagados de anuncios catastróficos, que mañana lunes santiago va a estar desierto, que nadie va a poder trabajar... Que las micros que no estuvieron disponibles ni sábado ni domingo, tampoco lo van a estar en la semana... Y claro, hay problemas. Hay algunos muy reales, que requieren de buena voluntad o al menos de un poco de paciencia de parte de los usuarios mientras el sistema decanta. La principal recomendación, obviamente, es que hay que planificar los viajes. Si el mapa que se ha repartido no le aporta mucho, el sitio de transantiago informa tiene algo más de información. Eso si, requiere paciencia y asegurarse de que encuentra las direcciones (y hay que colocar todos los datos en cualquiera de las cuatro fichas posibles: intersección (de calles), calle (dirección, incluyendo número) Lugar de Interés (cines, malls, etc) o metro (estación). Si la búsqueda no resulta, lo más probable es que los nombres de las calles no estén siendo reconocidos, si mira en mapcity, eso le va a ayudar a determinar si es calle o avenida y el nombre exacto bajo el que la reconoce. Lo interesante del sitio, es que indica claramente donde están los paraderos. Aún está en pruebas, pero es mejor que nada. Y de que ayuda, ayuda. Sin embargo, tengo algunas observaciones, que -si la magia de internet funciona- se podrían resolver.
Pero el sistema está en marcha. Se ha dado un tremendo paso. Alguien por ahí, lo comparó con el cavernícola que construyó la primera choza, claro que no era ni tan firme, ni tan impermeable ni tan poco inflamable como una caverna, pero gracias a eso todos estamos viviendo en casas o edificios y no en agujeros en la tierra. Me gustaría volver a encontrar al vendedor y ver como le vá en esta nueva etapa. Sin embargo, supongo que le va a ir bien, aunque tenga que cambiar de rubro, el hacerlo con una predisposicion positiva, ya es un paso ganado.
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