Entendiendo el SPAMColumna Tecnológica por José Miguel Santibáñez Complementando el artículo anterior: SPAM Habemus, es conveniente analizar un poco más el tema. No creo necesario deternerse a explicar que es o como nos afecta; si Ud. como yo, acostumbra a usar su correo electrónico, probablemente recibe varios mensajes comerciales no solicitados que le molestan tanto como a mi. Y si ha llegado al punto de perder una casilla de correo, víctima de la "inundación del SPAM", entonces le pido que se sume a la cruzada en su contra. Pero para luchar contra el SPAM, hay que entenderlo y discutir ideas que puedan ayudar a controlarlo (lo mismo que ayudar a controlar las ansias de las empresas de mal-anunciarse vía SPAM) Primero hay que entender que este es un negocio de varios actores:
Por el lado de las fuerzas del bien, tenemos pocos amigos. A lo más, las listas negras del relay (es decir, la detección de servidores que usan los spammers, para poder bloquear los correos que vengan de esos servidores). Y claro, los programas de detección y eliminación de spam (lamentablemente, bastante insuficientes). La principal herramienta contra el SPAM, sigue siendo una sola: la educación de los usuarios. Debemos aprender (y enseñar) a evitar esta plaga. Identificar las formas de trabajo de cada uno de los involucrados y tomar salvaguardas para no caer en sus redes. Lo primero es evitar caer en las bases de datos de casillas. Considere por un momento el siguiente trozo de una cadena que anda circulando en Internet en el último tiempo: Hola, mi nombre es Jaime Andaur y quiero contarles que soy un alumno de Ingeniería Comercial de la PUCV, mi Rut es el 15.098.059-3 y mi Rol UCV es el 67348-1 para quien quiera comprobar que realmente soy alumno. Descontemos por un momento, el que Jaime (suponiendo que es una persona real) no tiene como sufrir de cancer al útero (es eso, o la biología ha cambiado mucho en el último tiempo). Seamos inocentes y pensemos que se puede deber a un error de transcripción. Tampoco analicemos si es posible o no recibir "3 veces lo normar en la quimioterapia", ni miremos si la PUCV podría o no "descontar" semestres. Vamos a lo más relevante (y lo común en todos estos casos). ¿Se imagina que fuera posible, que una empresa (en este caso ZDNET) fuese capaz de rastrear un email sin que ellos estén ni como emisor ni como receptor de un correo? ¿Sabe Ud. cuánto pagarían la CIA o cualquier otra agencia de inteligencia, por esa capacidad? Y asumiendo que fuese posible, ¿está de acuerdo en que ser rastreado así? (¿y permitir que se rastree a sus conocidos?). Afortunadamente ZDNet no puede hacerlo (las agencias algo logran con Echelón, pero eso será motivo de otro comentario) y hasta donde tengo entendido, no le interesa hacerlo. Por supuesto no faltará la persona de buena voluntad que lo reenviará dejándo toda la lista de gente que lo ha enviado antes. El recolector cuenta con estas personas, son su principal fuente de alimentación. En algún punto del camino, alguien se lo enviará a un (o varios) recolector y éste podrá tomar las casillas y entregarlas a la base de datos. Ojo, el que creo este mail (y otros) probablemente lo hizo como una broma inocente o pesada, pero al final de cuentas, ellos también ayudan a perpetuar el SPAM.
En mi opinión, tenemos que tomar una actitud activa frente al spam. No basta borrar los mensajes de SPAM. Rechácelo como algo malo. Yo sugeriría que se cree un Registro Nacional de Spammers, una empresa tipo DICOM que ayude a identificar a los spammers y nos permita optar a no adquirir sus bienes y/o servicios. Los spammers juran que su sistema funciona. Sacan unas cuentas bastante simples: mandan un millón de mensajes, el 1% los lee (ya son 10.000) y el 1% de los lectores, se interesa (100 compradores). Para ellos, eso ya justifica plenamente el SPAM. (son cifras parecidas a las que se usan para validar las pirámides en internet) De nosotros depende el disminuir esas cifras, hasta que el negocio deje de ser rentable.
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Nota: A contar de la presente edición, esta columna tecnológica se publicará regularmente.